Al vivir 18 años en un lugar tranquilo, donde como en todos lados, posee sus características específicas. En mi caso me acostumbré a que durante la siesta no se molestara a los vecinos, no llamar a tus amigas porque los padres estaban haciendo lo que todos o la mayoría hace en mi provincia: dormir la siesta. En estas fotografías que saqué un sábado a la tarde en la avenida en la cual se encuentra mi casa se puede observar que la siesta es sagrada y que es un rito al cual muchos adhieren. La ave. Perón es un ejemplo de las tantas otras calles, avenidas y boulevares que poseen estos rasgos distintivos. Sin mucho más que decir, les ofrezco parte de mis costumbres.
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